La política argentina no deja de sorprender, y esta semana un giro inesperado marcó el rumbo de la escena nacional. Patricia Bullrich, exministra de Seguridad y una de las figuras más reconocidas del PRO, dio un paso importante al anunciar su afiliación a La Libertad Avanza (LLA), el partido liderado por el presidente Javier Milei. Este movimiento, que no solo involucra a Bullrich, sino a un bloque de legisladores bonaerenses del PRO, reconfigura el mapa político del país y deja varias preguntas abiertas sobre el futuro de la política en la provincia de Buenos Aires.
En un acto realizado el 6 de mayo en la Plaza Vicente López y Planes de Recoleta, Bullrich estuvo acompañada de Karina Milei, hermana del presidente y una de las principales referentes de LLA. Allí, formalizó su ingreso al espacio violeta, poniendo fin a más de 20 años de militancia en el PRO. En su discurso, Bullrich afirmó que el cambio que Argentina necesita debe ser profundo, y que estaba allí donde se definían las riendas de ese cambio. Este paso no fue solo simbólico, sino que profundiza la fractura con su antiguo partido.
Lo que siguió a este anuncio fue aún más sorpresivo: cinco legisladores bonaerenses, cercanos a Bullrich, se sumaron a LLA, fortaleciendo la presencia del partido de Milei en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Este “bullrichismo” ahora tendrá un peso considerable en las decisiones políticas de la región, y la jugada podría ser clave en las elecciones legislativas del 18 de mayo.
Desde el PRO, las reacciones no se hicieron esperar. Mauricio Macri, líder del partido, criticó duramente la decisión de Bullrich y destacó que él fue quien le dio la oportunidad de ser candidata presidencial en 2023. Sin embargo, en la calle y en las redes sociales, muchos interpretan este giro como un intento de Bullrich de consolidar su liderazgo dentro de un nuevo espacio, más allá de los límites de su antiguo partido.
El impacto de este cambio no se limita a la provincia de Buenos Aires. En la Ciudad de Buenos Aires, Bullrich y su grupo de legisladores también se alejaron del PRO, sumándose a las filas de LLA en la Legislatura porteña. Este movimiento está relacionado con una estrategia más amplia para reposicionar a Bullrich como una figura clave dentro del oficialismo, algo que será crucial en las elecciones venideras.
En este contexto, las tensiones dentro del PRO aumentan. La competencia entre LLA y el PRO se intensifica, especialmente con las elecciones legislativas porteñas a la vuelta de la esquina. Bullrich ya participó en actividades de campaña junto al candidato de LLA, Manuel Adorni, dejando en claro su intención de continuar con las reformas impulsadas por Milei. Sin embargo, la decisión de Jorge Macri de desdoblar las elecciones en la Ciudad es un punto de fricción que puede complicar aún más las negociaciones.
En resumen, la incorporación de Patricia Bullrich a La Libertad Avanza marca un antes y un después en la política argentina. Este cambio no solo repercute en la provincia de Buenos Aires, sino que también redefine las alianzas políticas a nivel nacional. Lo que está en juego ahora es el futuro del PRO y el fortalecimiento de la bancada libertaria liderada por Javier Milei, lo que podría transformar profundamente el panorama electoral en Argentina.