¿Alguna vez te preguntaste por qué algunos vecinos pagan impuestos que parecen inventados? En la primera sección electoral de la provincia de Buenos Aires, hay tasas municipales tan insólitas que generan más preguntas que recaudación. Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, decidió denunciar estos cargos absurdos, que afectan especialmente a comerciantes e industriales, y propone eliminarlos de forma definitiva.
Entre las tasas más llamativas aparece la de los muñecos inflables en San Martín, que obliga a pagar por cada figura instalada con fines publicitarios, incluso si está acompañada por personas repartiendo folletos. También existen tasas por tenencia de perros peligrosos en Pilar, habilitación del “tren de la alegría”, publicidad en mesas y sillas en La Matanza, venta de rifas en Tigre, paradas de taxis y remises en La Matanza, y hasta registración de profesionales o habilitación de autos eléctricos. La lista parece interminable y muchas veces resulta más un trámite que un aporte real a la ciudad.
El caso de los muñecos inflables es particularmente curioso. La ordenanza de San Martín de diciembre de 2024 indica que cualquier publicidad con muñecos inflables, stands o hasta cuatro personas vestidas con ropa del producto debe pagar por día, previa autorización. Por otro lado, la tasa por perro peligroso requiere inscribirse en un registro único de propietarios, generando un cargo que muchos consideran innecesario.
Diego Valenzuela sostiene que el problema no es ajustar estas tasas, sino directamente eliminarlas. “Siempre hablamos de menos impuestos, más trabajo, bajar las alícuotas y no cobrar por habilitar. El Estado tiene que ser simple: no cobrar tasas absurdas ni alícuotas altas”, afirmó. Y agregó: “Lo que hago es revisar lo que ya implementé en Tres de Febrero, donde eliminé todas las tasas obsoletas y absurdas: desde la tasa de pesas y medidas hasta la de publicidad y los paseadores de ponis”.
Los resultados, según Valenzuela, son claros: más inversiones y movimiento económico. Bancos, empresas como Mercado Libre y comercios encuentran un entorno más estable, sin la presión de tasas imprevistas.
Un estudio del Instituto de Economía (INECO) de la UADE confirma la disparidad: las tasas municipales en el conurbano bonaerense van del 0,5% al 6,3% sin criterio uniforme entre municipios vecinos. Esta falta de coherencia genera inequidades, dificulta la recaudación y complica el cumplimiento de obligaciones tributarias, afectando tanto a ciudadanos como a empresas.
Especialmente, la Tasa de Seguridad e Higiene (TSH) muestra grandes diferencias: 0,5% en Berazategui y 6,3% en Lanús, sin relación clara con la economía local. La conclusión es evidente: hay tasas que ya no tienen sentido y eliminar algunas de ellas podría simplificar la vida de los vecinos y fomentar la actividad económica en la provincia de Buenos Aires.
Si te interesa cómo este modelo podría replicarse en otros distritos y qué tasas podrían desaparecer, lo próximo que revise Valenzuela promete ser igual de sorprendente que la de los muñecos inflables…