¿Puede un decreto presidencial ser anulado por el Congreso? ¿Y qué pasa si el Senado no acompaña? Lo que pasó en Diputados esta semana dejó a muchos con dudas. Acá te contamos, claro y al hueso, qué decretos impulsó Javier Milei, por qué los rechazaron y qué significa eso para vos.
En una sesión cargada de tensión política, la Cámara de Diputados votó en contra de cinco decretos firmados por el presidente Javier Milei. Todos estaban orientados a achicar el Estado, eliminar gastos innecesarios y cerrar organismos que el Gobierno considera obsoletos.
Entre los decretos rechazados están:
DNU 345/25: Proponía cerrar organismos como ARICCAME (Cannabis), INASE (Semillas) e INAFCI (Agricultura Familiar), pasando sus funciones al Ministerio de Economía.
Decreto 351/25: Reordenaba entes como el INTA, INTI, el Banco de Datos Genéticos y organismos culturales como el Instituto Nacional del Teatro y la CONABIP.
Decreto 461/25: Buscaba eliminar cargos duplicados, fusionar estructuras estatales y vender bienes públicos sin uso, a través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado.
Decreto 462/25: Reestructuraba el INTA e INTI para que el Ejecutivo pudiera designar funcionarios sin responder a estructuras partidarias.
DNU 340/25: Contenía medidas de ajuste y recorte presupuestario para sostener el superávit fiscal.
El rechazo vino de un bloque amplio de legisladores, principalmente ligados al kirchnerismo y sus aliados. Argumentaron que los decretos concentraban demasiado poder en el Ejecutivo y afectaban áreas sensibles como ciencia, cultura y salud.
Pero desde el oficialismo sostienen que los decretos son clave para sostener el déficit cero, reducir el gasto público y evitar que el Estado siga acumulando estructuras que consumen recursos sin dar resultados.
Mientras se rechazaban los decretos, Diputados también votó proyectos que aumentan el gasto:
Aumento del presupuesto universitario y salarios docentes, sin detallar de dónde saldrá el dinero.
Emergencia Sanitaria Pediátrica, que suma fondos para hospitales infantiles, a pesar de que algunos, como el Garrahan, ya tuvieron fuertes aumentos desde diciembre.
Para el Gobierno, estas leyes ponen en riesgo el equilibrio fiscal logrado en los primeros meses de gestión.
Aunque Diputados los rechazó, los decretos siguen vigentes. Para que se caigan del todo, también tienen que ser rechazados en el Senado. Hasta que eso pase, el Gobierno puede seguir aplicándolos.
Desde Casa Rosada ya avisaron que no piensan frenar. Javier Milei y su ministro Federico Sturzenegger confirmaron que van a seguir empujando la transformación del Estado, aunque eso signifique chocar con gran parte de la clase política.