¿Te imaginaste que las viviendas inconclusas del PROCREAR podrían cambiar de dueño y terminarse más rápido? El gobierno de Javier Milei anunció un giro que promete revolucionar la manera en que se construye y se entrega vivienda en Argentina. La medida busca cerrar la era de subsidios mal administrados y abrir paso a un sistema donde la estabilidad económica y el crédito accesible sean los protagonistas.
El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, confirmó que las unidades que quedaron paralizadas del PROCREAR pasarán a estar bajo la administración de los municipios. Estos podrán licitar los proyectos y habilitar al sector privado para concluir las obras. La idea es dejar atrás los problemas de sobrecostos, demoras y favoritismos que marcaron al plan durante años.
Uno de los primeros en aplicar la medida fue el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. Tras reunirse con Caputo, anunció la municipalización de los proyectos en su distrito. Según Valenzuela, la intervención privada permitirá terminar los barrios de manera más rápida y eficiente, asegurando que la vivienda llegue a quienes realmente la necesitan. “El PROCREAR benefició a militantes y allegados al poder. Esto termina con esa injusticia”, destacó.
El plan incluye la finalización de viviendas en Martín Coronado, que pasarán de 400 a más de 1.000 unidades, incorporando además espacios verdes y mejoras urbanísticas. La municipalización busca acelerar la entrega, dinamizar la construcción y generar empleo, todo mientras se mantiene una economía estable con inflación controlada, tal como promueve Javier Milei.
Durante más de una década, el PROCREAR fue presentado como la gran solución al déficit habitacional. Sin embargo, la práctica mostró sobrecostos, demoras y asignaciones irregulares. Para Valenzuela, este plan fue “el ejemplo perfecto de cómo el populismo destruye la economía y la esperanza de los trabajadores”.
Con el cambio de gestión, el gobierno espera replicar la experiencia en otros distritos. Los intendentes tendrán la posibilidad de administrar los proyectos locales, terminarlos con ayuda del sector privado y ofrecer precios más competitivos. Luis “Toto” Caputo enfatizó que el Estado ya no será el constructor principal, sino un facilitador que promueve la inversión y la eficiencia.
Este giro del PROCREAR marca un antes y un después en la política de vivienda argentina. Mientras los municipios se preparan para licitar y finalizar los proyectos, la pregunta que queda abierta es: ¿lograrán estas reformas realmente cumplir con la demanda habitacional de manera justa y rápida? La respuesta recién empezará a verse cuando los primeros barrios terminados abran sus puertas a los vecinos.