El excandidato a presidente Juan Schiaretti ha dado señales que sugieren un respaldo no declarado a Javier Milei de cara al balotaje del 19 de noviembre, en un gesto que podría interpretarse como una alineación con Mauricio Macri. Schiaretti criticó fuertemente a Sergio Massa, vinculándolo al kirchnerismo y a políticas perjudiciales para Córdoba.
Esta maniobra podría ser vista como una estrategia de Schiaretti para direccionar los votos de su provincia hacia Milei, respaldando la estrategia de Macri contra Juntos por el Cambio. La teoría sugiere relaciones complejas y plantea la pregunta de si Schiaretti es un aliado prevenido de Macri o un posible beneficiario de futuros cargos en un gobierno liberal.
Aunque Córdoba no se compara con la provincia de Buenos Aires en términos de votos, su economía es significativa, con un fuerte perfil exportador. Sin embargo, las políticas propuestas por Milei, incluida la posible ruptura con Brasil, podrían tener consecuencias negativas para la economía cordobesa, especialmente en el empleo industrial.
El juego político en Córdoba presenta un escenario complejo, con divisiones internas entre dirigentes como Schiaretti y Natalia de la Sota, esta última respaldando a Massa y abogando por un país de unidad nacional. La postura de Schiaretti podría generar tensiones y divisiones entre los votantes cordobeses ante un posible respaldo implícito a Milei.