Esa es la gran duda que pasa en estos momentos por la cabeza del corrupto dirigente de la AFA; un hombre soberbio, con un pasado más manchado que sábanas de telo, pero que se ha vuelto intocable, quizás, por su amistad con Messi.
No es noticia que cada vez que los equipos platenses tienen algo en juego, aparece la mano negra del "chiqui". Lo vimos a lo largo del año pasado dónde el pincha fue bombardeado en partidos claves y al lobo le tiró la bomba atómica encima en cada encuentro. Penales inexistentes en contra, el "siga siga" cuándo estos eran a favor y el famoso "Offside en un corner".
Lejos quedó esa elección con más votos que votantes (38 a 38), dónde los sobres llenos viajaron más rápido que los barrabravas a Qatar. El mundial ganado a fines del 2022 tapó cada movimiento sucio, algo que se intentó (sin éxito) allá por el año 78.
Y hoy, a sólo 3 días del inicio de la fecha de los clásicos, Claudio está explotando su teléfono con una sóla duda en mente: ¿Quién da más?