¿Qué está haciendo Donald Trump para que Estados Unidos siga siendo la potencia militar más grande del mundo? En un reciente encuentro en la base del Cuerpo de Infantería de Marina en Quantico, Virginia, el exmandatario dejó en claro que Washington mantiene una ventaja de décadas en tecnología nuclear frente a Rusia y China, y adelantó planes que podrían cambiar el equilibrio estratégico global.
Según Trump, Estados Unidos cuenta con el arsenal más moderno y numeroso del planeta: “Tenemos más que nadie. Lo tenemos mejor, más nuevo, y es algo en lo que ni siquiera queremos pensar”, aseguró. Para ilustrarlo, recordó el despliegue reciente de dos submarinos nucleares frente a las costas rusas, en respuesta a amenazas de Rusia. Estas embarcaciones, dijo, son “imposibles de detectar” y forman parte de la superioridad estratégica estadounidense.
El mandatario reconoció que en cinco años Rusia y China podrían igualar esta capacidad, pero insistió en que hoy el dominio militar sigue estando en manos de Washington. Además, abrió la puerta a la idea de reconstruir acorazados, buques que marcaron el poderío naval norteamericano hasta 1992, y que podrían volver gracias a los ingresos fiscales generados por los aranceles. “Creo que deberíamos comenzar a pensar en los acorazados. Algunos dirán que es tecnología obsoleta. Pero no sé. Es algo que estamos considerando”, señaló, evocando el histórico USS Iowa.
El discurso también tocó lo que Trump calificó como una “guerra interna”: la crisis del crimen y la inmigración. Para afrontarla, anunció la creación de una fuerza de respuesta rápida militar destinada a neutralizar disturbios y amenazas dentro del país. “Es el enemigo desde dentro, y debemos abordarlo antes de que se descontrole”, advirtió.
Por otro lado, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, presentó diez nuevas directivas que buscan reforzar “el más alto estándar masculino” en las Fuerzas Armadas. Entre ellas destacan controles físicos semestrales obligatorios, prohibición de barbas y cabellos largos, eliminación de soldados con sobrepeso y la supresión de políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Además, anunció una reducción de al menos un 20 % del número de generales y almirantes de cuatro estrellas, apuntando a depurar a los mandos que, según sus palabras, habían adoptado “ideología liberal”.
Con estos anuncios, Donald Trump deja un mensaje claro: Estados Unidos apuesta a mantener su ventaja en tecnología nuclear y a reforzar su poder militar interno y externo, frente a rivales como Rusia y China. Lo que todavía no se sabe es cómo estas medidas impactarán en el escenario global y si los competidores podrán responder a tiempo.