La 30° Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA) inició en un clima de malestar debido a la ausencia del presidente Javier Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo. Ambas figuras justificaron su inasistencia por "cuestiones de agenda". En representación del Gobierno, asistió el secretario coordinador de Producción, Juan Pazo, quien participó en el acto inaugural junto a Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA.
Desde la UIA, los empresarios reiteraron la necesidad de políticas que igualen las condiciones competitivas. "Adherimos al modelo de liderazgo privado, pero pedimos igualdad para competir", señaló un integrante del comité ejecutivo, remarcando la importancia de la equidad en el mercado global.
El contexto se tornó más tenso tras las declaraciones del legislador José Luis Espert, quien calificó de "caraduras" a los industriales por sus pedidos de protección. En un posteo en redes sociales, los acusó de vender productos "caros y de mala calidad", generando una nueva controversia en la relación entre el sector privado y el Gobierno.
A pesar de las tensiones, el evento avanza con una agenda enfocada en innovación, productividad y desarrollo económico. Paneles liderados por expertos de empresas como INVAP y Globant destacan el rol de la tecnología en el fortalecimiento de la industria.
El cierre del evento estará a cargo de Funes de Rioja, quien presentará los ejes estratégicos de la UIA para 2025. Desde la entidad, subrayaron que en un contexto global favorable a la reindustrialización, Argentina necesita políticas públicas que reduzcan las brechas competitivas y potencien la inversión.