¿La pobreza en Argentina realmente está bajando? Esa es la pregunta que muchos se hacen al ver los últimos datos de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y el INDEC. El nowcast de pobreza de la UTDT muestra una caída significativa en los índices de pobreza, un fenómeno que no se veía desde hace años. Pero, ¿qué factores explican esta baja y qué impacto tiene en la economía del país?
El informe, basado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, estima que la pobreza bajó al 33,5% en enero de 2025, tras ubicarse en 35% en el cuarto trimestre de 2024 y 38,8% en el tercer trimestre del mismo año. En cantidad de personas, se calcula que 9 millones de argentinos salieron de la pobreza en el último año.
Uno de los factores clave detrás de esta reducción es el crecimiento del ingreso total familiar (ITF), que aumentó un 185,7% interanual. Este incremento permitió que los ingresos de los sectores más bajos superaran la inflación, reduciendo la brecha con el costo de la canasta básica total (CBT).
El informe de la UTDT destaca que, durante el primer semestre de 2024, las brechas entre los ingresos y la CBT impulsaron un aumento en los índices de pobreza e indigencia. Sin embargo, desde el segundo semestre, la tendencia se revirtió.
Primer semestre 2024: Pobreza del 52,9%
Segundo semestre 2024: Pobreza del 35,8%
Enero 2025: Pobreza del 33,5%
En cuanto a la indigencia, también hubo una fuerte reducción, pasando del 18,2% al 8,9% en el mismo período. Este descenso refleja una mejora en el poder adquisitivo de los sectores más vulnerables.
El gobierno de Javier Milei ha promovido una serie de reformas económicas que, según el informe, habrían sido determinantes en la baja de la pobreza. Entre ellas se destacan:
Desregulación económica: Se eliminaron trabas que afectaban la actividad privada.
Reducción de la inflación: Bajó la presión sobre los ingresos de los hogares.
Aumento del poder adquisitivo: Especialmente en los deciles más bajos.
Estos cambios permitieron que más familias accedan a bienes y servicios esenciales, marcando un cambio en la dinámica económica del país.
Si bien los números actuales muestran una mejora, el desafío será sostener esta tendencia en el tiempo. La evolución de la inflación, el empleo y el crecimiento económico definirán si esta baja en la pobreza se consolida o si es solo un fenómeno temporal.
La clave estará en seguir de cerca los próximos informes del INDEC y la UTDT, que marcarán el rumbo de la situación social en Argentina. ¿Estamos realmente en un cambio estructural o es solo un alivio momentáneo? Esa es la gran incógnita que queda abierta.