El Festival de Jesús María es uno de los eventos más importantes de la cultura gaucha en Argentina, pero esta vez se vio envuelto en una polémica inesperada. ¿Por qué un reconocido jinete como Ignacio Noceti, una figura clave en el Festival, fue prohibido de participar en el Festival del Gaucho en Las Lajitas, Salta? La respuesta va más allá de lo deportivo, tocando temas políticos que sacuden la provincia.
Ignacio Noceti es un jinete salteño muy querido, conocido por su participación activa en el mundo de las tradiciones gauchas. Sin embargo, su reciente vinculación con el espacio político de La Libertad Avanza (LLA), liderado por el presidente Javier Milei, fue la razón de su exclusión. Según la organización del Festival, Noceti fue censurado por su candidatura a diputado provincial dentro de este partido. Lo que parecía una celebración cultural, rápidamente se transformó en un escenario de persecución política.
Este caso de censura tiene implicaciones más profundas. A pesar de ser una figura popular y respetada en Las Lajitas, Noceti se encontró en una situación donde no pudo ni siquiera obtener una explicación formal de los organizadores, quienes no respondieron a sus intentos de comunicación. De esta forma, el Festival del Gaucho, que por años celebró la identidad cultural salteña, se vio manchado por un componente político que nada tenía que ver con la tradición.
La decisión de excluir a Ignacio Noceti provocó una ola de rechazo en las redes sociales. La gente comenzó a cuestionar cómo las divisiones políticas están afectando los espacios de expresión cultural. Desde su punto de vista, Noceti no solo lamenta que lo hayan sacado del evento, sino que también se disculpa por la situación que afecta a otros jinetes que se vieron en la misma situación.
La reacción en las redes fue un reflejo del malestar generalizado, ya que muchos vieron esta medida como un claro ejemplo de persecución política. ¿Hasta dónde puede llegar el uso de eventos populares y culturales como herramientas para castigar a aquellos que piensan distinto? Esta es una pregunta que cada vez resuena con más fuerza entre los ciudadanos.
Este hecho se produce en medio de un clima político tenso en Salta, donde las elecciones legislativas del 11 de mayo están a la vuelta de la esquina. La provincia está por elegir 30 diputados, 12 senadores, 232 convencionales municipales y un intendente. Es en este contexto que la figura de María Emilia Orozco, diputada nacional y referente de La Libertad Avanza, se destaca en la campaña, mientras que la exclusión de Noceti abre un nuevo capítulo de discusión sobre la relación entre cultura y política en Salta.
La exclusión de un jinete candidato por su afiliación política plantea serias dudas sobre el uso de recursos públicos para fines partidarios. Esto no solo afecta la libertad de expresión, sino también la esencia misma de la democracia y la pluralidad que define al pueblo argentino.
El partido de Javier Milei sigue ganando terreno en la provincia, y con la candidatura de Noceti, busca mostrar una nueva cara de la política salteña. Sin embargo, la persecución política sufrida por su candidato resalta los desafíos que enfrentan las nuevas fuerzas políticas al intentar romper con el statu quo.
En conclusión, el caso de Ignacio Noceti no es solo una controversia sobre un jinete excluido de un festival, sino un claro reflejo de la división política que atraviesa a Salta y a toda la Argentina. La cultura, que siempre debería ser un terreno neutral y representativo de todos, parece estar siendo utilizada como un campo de batalla política.