Cada año, el prestigioso medio The Economist elabora un Índice de Democracia que mide la calidad democrática en 165 países. Los resultados de 2025 confirmaron que Argentina mantiene la misma clasificación que el año pasado. Pero, ¿es esto una buena o una mala noticia?
Según el informe, el país gobernado por Javier Milei sigue catalogado como una "democracia defectuosa". Este índice analiza cinco factores clave: el proceso electoral y pluralismo, el funcionamiento del gobierno, la participación política, la cultura política y las libertades civiles. Con estos criterios, Argentina quedó en el puesto 54 del ranking global, sin cambios respecto a 2024.
El informe sostiene que el gobierno de Javier Milei buscará fortalecer su posición en las elecciones legislativas de octubre. Además, advierte que si logra mejorar la economía y los niveles de vida, podría recuperar la confianza pública. Sin embargo, también menciona que los riesgos son altos.
Según los analistas de The Economist, la democracia en América Latina se ha debilitado por la creciente polarización política, impulsada en gran parte por las redes sociales. "Los algoritmos amplifican los sesgos y generan cámaras de eco", señala el estudio.
En este contexto, el informe destaca que Javier Milei ha mantenido un discurso confrontativo, atacando a medios de comunicación y figuras de la oposición. Esto, según los expertos, ha contribuido a la radicalización de la política argentina y ha generado un "efecto intimidatorio" sobre voces disidentes.
A nivel global, el estudio advierte sobre una degradación de la democracia. En 2025, la puntuación media mundial cayó a 5,17 puntos, frente a los 5,23 registrados en 2024. "Las autocracias están ganando fuerza, mientras las democracias luchan por mantenerse", afirmó Joan Hoey, directora del índice.
Los diez países con mejor calidad democrática son:
Noruega
Nueva Zelanda
Suecia
Islandia
Suiza
Finlandia
Dinamarca
Irlanda
Países Bajos
Luxemburgo
En América Latina, solo Uruguay y Costa Rica son consideradas "democracias plenas". En cambio, Argentina, Chile y Panamá comparten la categoría de "democracias defectuosas".
El informe deja abierta una pregunta clave: ¿podrá Argentina mejorar su calidad democrática en los próximos años? Con elecciones en el horizonte y una economía en tensión, la respuesta dependerá de cómo evolucione el país en los meses venideros.