El actual senador provincial por La Plata, Juan Pablo “Colorado” Allan, el Colo de la Pato (el de Larreta es Santilli), había arrancado bien con su armado electoral para enfrentar, desde el “bullrichismo platense”, al todopoderoso intendente Julio Garro, enrolado en el “larretismo” desde el primer momento.
Inicialmente, Allan sumó, en órden de importancia, al ex fiscal Marcelo “Poli” Romero, un duro con los blandos y blando con los duros; a la concejala saltarina, Romina "la Garza" Maraccio (la puso Darío Alfano, titular Sindicato Municipal y ahora lo mordió como Tyson a Holyfield); y al dirigente vecinalista Gerardo Jazmín, el único que representa algo de militancia y votos.
Sin embargo, al DT de los colorados amarillentos se le ocurrió agarrar por el pasto e iniciar una recolección de acosadores sexuales (denunciados penalmente), como para hablarle al público femenino bien de cerca, y decirle cositas al oído. Allan eligió como su jefe de campaña a Fernando Ponce y para juntar jóvenes a Simeón Wiochi.
El diminuto dirigente amarillo, fue un hombre fuerte dentro del PRO platense desde sus inicios, cuando lideraba a los jóvenes de ese partido en la “era pre Garro”. Posteriormente, con la llegada del ex rugbier de Los Tilos al poder, Ponce asumió una concejalía y la presidencia del poco Honorable Concejo Deliberante de La Plata.
Los años felices para “Poncito” fueron solo tres (desde el 10 de diciembre de 2015 al 13 de diciembre de 2018). Allí comenzó su decadencia y su paso al ostracismo. Por aquellos días de fines de 2018, una bella empleada municipal que trabajaba bajo su mando, lo denunció por “abuso e intento de violación”, primero en redes sociales y luego en la Justicia Penal de La Plata.
Antes del fin de aquel fatídico año, Fernando “tajeterito” Ponce, que pertenecía al bloque de Cambiemos, fue acusado por Annabella Beltrachini, quien afirmó en su carta hecha pública: “No me callo más”. Y anunció que realizó la denuncia penal pertinente en la sede de las fiscalías platenses de 7 y 56.
La presentación fue realizada en mesa de entradas de fiscalía y recayó en la UFI 16, a cargo de de Juan Cruz Condomí Alcorta, aunque el imputado rechazó las acusaciones y se presentó a la Justicia para desmentir los hechos que se le atribuían.
En su declaración ante la Justicia Penal platense, la denunciante del “cortito” Ponce, relató el hecho en cuestión asegurando que habría ocurrido entre junio y julio de 2017, cuando trabajaba para el concejal realizando encuestas.
En una oportunidad, según relata Beltrachini, Ponce “la habría hecho entrar a su despacho, y luego de revolearle el celular, habría intentado que la joven le practicase sexo oral, situación de la que pudo escapar al salir corriendo y llorando de ese lugar”.
La víctima, que trabajó en esa área entre los meses de abril y noviembre de 2017, señaló que luego de ese episodio “no quería ir más a trabajar, porque además de cómo nos explotaban, me sentía mal, e incluso supe que muchas más chicas habían pasado por lo mismo y lo minimizaban diciendo ‘Fernando es así’”.
Además, remarcó que “un día me llamó otra vez a su oficina y me dijo que si yo decía algo iba a pasar algo terrible, por eso renuncié y durante largo tiempo tuve ataques de pánico y ansiedad, y sigo teniendo miedo de que un político tenga más poder que yo”.
Un tiempo antes de esas denuncias penales, el titular del Concejo había estado implicado en una situación de violencia de género. Fue en junio de aquel año 2018, cuando la entonces concejal del FPV, Victoria Tolosa Paz (actual ministra de Desarrollo Social de la Nación), presentó tres denuncias contra Fernando Ponce: una en el fuero penal ante el mencionado Juzgado en lo Correccional Nº 3, otra en el Consejo Provincial de la Mujer y la restante ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo.
Aquella desproporcionada acusación de Ponce ocurrió en la sesión del 6 de junio de 2018, cuando descalificó, en una extensa y acalorada alocución, a la concejal peronista no por sus opiniones o declaraciones, sino por la situación judicial de la persona con quien ella está casada, el ex secretario de medios de Néstor Kirchner, José “Pepe” Albistur.
La diatriba humillante del “cortito” Ponce, provocó el repudio generalizado del cuerpo, y en particular de cuatro concejales que luego publicaron una declaración titulada: “Violencia de Género: ¿el Concejo Deliberante de La Plata en manos de un misógino?, ¿cómo debatir con un maltratador verbal?”, y allí le pedían a Ponce que se disculpe públicamente y revise “los modos discriminatorios de dirigirse a las concejales”.
Para marcar la cancha en materia de género, la jueza Gabriela Buscarini, a cargo del Juzgado en lo Correccional Nº 3, resolvió una medida para que el titular del cuerpo deliberativo se "abstenga de realizar conductas que impliquen actos de intimidación, perturbación u hostigamiento, tanto en el ámbito público como privado, contra la edil opositora”.
Luego, llegaron nuevas denuncias de otras mujeres que también habrían sido acosadas por el pequeño edil platense y entonces, a pedido de Julio Garro, el Concejo Deliberante lo desplazó primero de la Presidencia y luego como concejal. Desde entonces, poco se sabía de sus andanzas hasta estos días de reverdecimiento político de Poncito.
Nació y se crió en la hermosa provincia de La Pampa (de ahí su más sano apodo "El Pampa"). Allí militó varios años en la Juventud Peronista, hasta que de buenas a primera, un día saltó la cerca y se travistió de amarillo fuerioso. En aquella provincia mediterránea, afrontó sus primeras denuncias por abusos y acosos a militantes políticas. Entonces, desapareció de la escena pública y más tarde decidió mudarse. En el interior, cuando te portás mal te lo hacen saber hasta el último día de tu vida.
Entonces, luego de dos años en el ostracismo, llegó a la capital bonaerense para seguir estudiando Derecho en la UNLP, y de la noche a la mañana se convirtió en militante de Franja Morada, un grupo político universitario muy próximo al radicalismo, desde donde empezó a reclutar jóvenes y los llevó consigo a enarbolar una de las banderas de la Juventud Pro platense.
En el año 2019 se convertiría en director de Colectividades y Tradicionalismo de la Municipalidad de La Plata, un cargo creado a su medida, donde cobijó a todo su equipo de seguidores y era permanentemente seguido por un fotógrafo profesional y al menos dos jóvenes que hacían las veces de “community manager”.
Sin embargo, en una de las tantas fiestas de las que participó el ex funcionario municipal, todo cambió. Allí habría intentado “manosear” y hasta abusar de una joven de su espacio, según ella misma expuso miércoles 12 de octubre de 2021 en la Fiscalía Nro. 13, a cargo de la fiscal Mariana Ruffino, a donde llegó incluso con fotos de las marcas fruto de los golpes a los que había sido sometida en una especie de “juego” practicado por Wiochi, de quien también estos jóvenes aseguraron realizaba prácticas con una bruja platense.
Rápidamente, el intendente Julio Garro desafectó al polémico director, quien desapareció de la ciudad por varios meses. Según dicen, se refugió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, el ex Nac&Pop se tornó liberal libertario de la mano de José Luis Espert, de donde rápidamente fue eyectado, dado su cuestionable currículo vitae.
Postriormente, de la mano del precandidato a intendente de La Plata, Daniel Lipovetzky, quien comparte con Espert el haber usado el slogan “Despertar”, curiosa casualidad o deficiencia de marketing, “El Pampa” se sumó a la ya lanzada candidatura presidencial de Patricia Bullrich y en una visita de La Pato a la ciudad de las diagonales, "Pampa Violeta" fue uno de los partícipes de la “mesa chica” de trabajo local.
"Seguramente esta historia no termine acá. Tal vez, así como supo levantar el pañuelo verde en favor del aborto en 2018 y luego el celeste durante 2020, Wiochi podría incurrir en un nuevo giro camaleónico que lo encuentre en el lugar menos pensado", cerraba su nota el prestigioso medio colega REALPOLITIK.com.ar. Y se cumplió su predicción: dejó a Lipo y se pasó con Allan. Un verdadero todoterreno el "Pampa Violeta".