En medio de la incertidumbre postelectoral, Jorge Macri, Jefe de Gobierno electo de la Ciudad de Buenos Aires, trabaja en silencio para concretar un recambio político estratégico. A la espera del balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei el 19 de noviembre, Macri mantiene hermetismo sobre el futuro Gabinete porteño. La Legislatura, el Consejo de la Magistratura y la Auditoría General de CABA son los focos de atención, con movimientos políticos frenéticos para completar casilleros clave.
Las tres instituciones recambiarán autoridades, y Macri, buscando equilibrio y gobernabilidad, negocia para colocar dirigentes de confianza en puestos estratégicos. El Consejo de la Magistratura, encargado de seleccionar y controlar jueces, es vital.
Con la presidencia actual en manos del estamento legislativo, se espera que Juntos por el Cambio designe dos de los tres representantes, mientras Unión por la Patria obtenga uno.
En juego están nombres como Manuel Izura, Martín Casares, y Diego García Vilas por el PRO, y Martín Ocampo y Lorena Clienti por el radicalismo. La negociación entre Macri, Angelici y Olmos influye en estas designaciones, mostrando un complicado ajedrez político que definirá el nuevo equilibrio de poder.
El resultado del balotaje impactará directamente en la política de la Ciudad, revelando las cláusulas del acuerdo entre Macri y Milei. En caso de un triunfo de Massa, se esperaría mayor unidad en la oposición. Sin embargo, si Milei gana, se revelarán las negociaciones subterráneas entre Macri y los libertarios. La Vicepresidencia 1° de la Legislatura, posiblemente ocupada por Eugenio Casielles, sería un punto clave en este escenario.
La Legislatura, con 60 bancas, requiere 31 para sesionar. JxC, con 30 legisladores, buscará mantener la primera minoría, aunque ajustada para tener quórum propio. El PRO, la UCR, la Coalición Cívica, y Confianza Pública controlan bloques. Macri espera el 19 de noviembre como una fecha decisiva para la reconfiguración política de la Ciudad.