¿Cómo una frase de campaña terminó volviéndose un meme internacional? La historia empieza con un tuit y termina con una burla global. Lo que dijo Juan Grabois tras las Elecciones legislativas encendió las redes y terminó en el feed del mismísimo Donald Trump. Pero antes de llegar ahí, hay que entender cómo una simple queja política se convirtió en tendencia mundial.
Todo arrancó cuando Grabois, todavía procesando la derrota del peronismo en las legislativas, publicó un mensaje en X (ex Twitter). Aseguró que las elecciones habían sido “duras” porque —según él— “el jefe de campaña del partido de Javier Milei se llama presidente Donald Trump”. La frase, pensada como una denuncia o advertencia, terminó detonando una ola de memes, risas y comentarios.
Pocos minutos después, el periodista estadounidense Eric Daugherty citó el tuit con un tono irónico: “Última hora: el candidato peronista de izquierda Juan Grabois acaba de decir que las elecciones fueron duras porque el jefe de campaña de Milei es Donald Trump”. La publicación cruzó fronteras y llegó hasta los seguidores de Trump.
Y ahí ocurrió lo inesperado: el propio Trump reposteó el mensaje en su cuenta oficial de Truth Social. No escribió una sola palabra. Solo compartió la cita, dejando que el absurdo hable por sí solo. Fue una burla silenciosa, pero efectiva: sin discursos, sin aclaraciones. Un simple gesto que multiplicó las reacciones.
La intención de Grabois era desacreditar el triunfo libertario. Pero la jugada se volvió en su contra. En redes sociales, la frase fue usada como ejemplo del desconcierto del kirchnerismo tras la derrota. Muchos usuarios la replicaron con ironías, memes y mensajes de burla, posicionando su nombre entre las tendencias del día.
En los hechos, el episodio mostró dos estilos opuestos: de un lado, la queja conspirativa y emocional de Grabois; del otro, el sarcasmo calculado de Trump, que eligió no hablar y dejar que el eco digital hiciera el trabajo.
Mientras tanto, el entorno libertario celebraba. El gesto del expresidente estadounidense fue leído como una señal de respaldo a Milei y una forma de consolidar su cercanía con los movimientos de derecha en América Latina.
El cierre fue inevitable: el que buscó exponer a Trump terminó siendo parte del chiste. En redes lo llamaron “el mugriento comunista que se auto–trolleó”. Y aunque la frase suene exagerada, resume el tono del debate: en tiempos de redes, un tuit puede dar vuelta el tablero más rápido que cualquier discurso.