Desde las elecciones presidenciales de octubre de 2023, Juntos por el Cambio (JxC) enfrenta una profunda crisis, desencadenando tensiones internas que amenazan su unidad. La brecha entre el PRO y la Unión Cívica Radical (UCR) se ha intensificado, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde los intendentes de ambas fuerzas lidian con diferencias sobre el posicionamiento frente al Gobierno de Javier Milei.
La neutralidad de la UCR en el balotaje y el respaldo de algunos dirigentes alineados con Mauricio Macri y Patricia Bullrich a la candidatura de Milei marcaron el inicio de la ruptura entre el PRO y la UCR. A nivel territorial, esta división se ha manifestado, dificultando la coordinación de acciones conjuntas, incluso en temas fundamentales como el reclamo al gobierno bonaerense por deudas con los municipios.
Los intendentes del PRO y la UCR han buscado actuar en conjunto para presionar al gobernador Axel Kicillof en cuestiones económicas. Aunque lograron acuerdos y la creación de un fondo especial para las intendencias, recientes desencuentros y divergencias de posicionamiento respecto a Milei han generado tensiones entre los intendentes radicales y los del PRO.
La cohesión entre el PRO se mantiene, con intendentes como Guillermo Montenegro, Soledad Martínez, Diego Valenzuela y Ramón Lanús liderando el frente. Sin embargo, en la UCR, donde gobiernan 29 municipios, la unidad se fragiliza, y la relación con el PRO se ve amenazada por las discrepancias en la postura frente a Milei y al Gobierno.
La fragmentación en JxC beneficia al gobernador Kicillof, quien aprovecha las diferencias para negociar individualmente con cada partido e intendente. Mientras ambas fuerzas opositoras intentan conservar el diálogo, las próximas semanas serán clave para determinar si las tensiones persisten y conducen a una ruptura más evidente antes de que termine el verano.
Fuente: infobae.com