La derrota electoral de Patricia Bullrich y el posterior desembarco de Juntos por el Cambio en una crisis que amenaza con fracturarse han llevado a los gobernadores electos y en funciones de la coalición a reunirse en busca de consenso y unidad. Esta iniciativa surge en contraposición a la reunión que realizó Mauricio Macri con sus principales dirigentes en Olivos, donde se debatió el resultado electoral y las perspectivas futuras.
En la reunión de Macri participaron prominentes miembros del PRO, incluyendo a Néstor Grindetti, Jorge Macri, Cristian Ritondo, Federico Angelini, Fernando de Andreis, Darío Nieto y Jorge Triaca. Sin embargo, Patricia Bullrich no asistió, argumentando que estaba "muy cansada". Desde el encuentro, se convocó a los líderes del PRO para debatir la postura frente al balotaje y el futuro de Juntos por el Cambio.
Una señal importante de la brecha en la coalición es que Bullrich ha retomado la presidencia del PRO, la cual había dejado en licencia desde el 14 de abril para enfocarse en la campaña. Este movimiento es un indicativo de los debates internos y la búsqueda de orientación dentro de Juntos por el Cambio.
Los gobernadores de la coalición, por su parte, han decidido reunirse para fijar una posición en bloque. Este grupo de gobernadores incluye a miembros del radicalismo, el PRO y el peronismo, y expresaron su apoyo a dejar en libertad de acción al electorado para elegir entre Sergio Massa y Javier Milei en el balotaje. Su objetivo es mantener la unidad de la coalición opositora y fomentar una relación institucional con ambos posibles presidentes.
En paralelo, el futuro de Juntos por el Cambio se definirá en las próximas semanas, ya que la coalición se tambalea después de la dura derrota electoral. Las diferencias entre los dirigentes se hacen más evidentes, con algunas facciones inclinadas hacia el apoyo a Milei y otras a Massa. La unidad y cohesión de la coalición se enfrentan a un escenario incierto mientras se acerca la segunda vuelta electoral.