En una arriesgada jugada, el ex presidente argentino, Mauricio Macri, avanza con su postulación como candidato a vicepresidente de Boca Juniors. La decisión sorprendió a propios y extraños, consolidando un giro estratégico que comenzó con su pacto electoral con Javier Milei.
Macri, buscando preservar su capital político, se suma a la contienda deportiva y política, enfrentándose a la fórmula oficialista encabezada por Juan Román Riquelme y respaldada por Sergio Massa.
En una cumbre con su compañero de fórmula, Andrés Ibarra, y Daniel Angelici, Macri consolidó su decisión de ingresar a la arena futbolística. El ex presidente planea centralizar la agenda de Boca y aprovechar la sinergia con la estrategia mediática de Milei. Este movimiento se suma a su alianza con La Libertad Avanza para el balotaje presidencial del 19 de noviembre.
La estrategia de Macri ha generado cuestionamientos y comparaciones con la forma de ejercer el poder de Cristina Kirchner, quien, por otro lado, ha mantenido un perfil más bajo en esta campaña, dejando la centralidad a Massa. En el entorno de Macri, la apuesta es clara: consolidar una coalición opositora que trascienda la contienda electoral, sea cual sea su resultado.
En este escenario, los seguidores de Macri confían en su liderazgo y minimizan los desafíos internos, incluso ante la fundación de una nueva línea en el PRO por parte de Horacio Rodríguez Larreta. La decisión de Macri refleja su disposición a arriesgar y su deseo de influir tanto en el ámbito deportivo como en el político, marcando un rumbo audaz en su carrera.