El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, conocido por ser un político oportunista, ha dado muestras de su disposición a apoyar a la extrema derecha argentina al expresar que votaría por el candidato Javier Milei en un hipotético ballotage frente a Patricia Bullrich.
Esta declaración no sorprende a muchos, ya que Perotti ha demostrado ser un defensor de los intereses empresariales y ha aplicado políticas de ajuste en áreas como la salud y la educación.
Perotti, al igual que Milei, es un firme defensor del gobierno de Carlos Menem y fue parte activa en la privatización del Banco de Santa Fe, como parte de la política neoliberal de los años 90. Su historial político muestra un claro desdén por los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, y ha enfrentado protestas de diversos sectores, desde maestros hasta profesionales de la salud.
La afinidad de Perotti con la "casta" de las grandes empresas se hizo evidente en su apoyo a la empresa Vicentin, que estafó al Banco Nación y a trabajadores asalariados. A pesar de la crisis de la empresa, Perotti defendió sus intereses y evitó que se avanzara en la expropiación o intervención de la misma.
Esta declaración de apoyo a Milei destaca la confusión política en el peronismo, que ha tratado de presentar a Perotti como una alternativa ante la derecha, pero que en realidad ha demostrado ser funcional a la misma. Esto refuerza la idea de que la verdadera alternativa a la derecha es una opción de izquierda, basada en los derechos de los trabajadores y las trabajadoras.
En resumen, Omar Perotti ha reafirmado su papel como un político oportunista dispuesto a apoyar a la extrema derecha, lo que pone de manifiesto la necesidad de una verdadera alternativa de izquierda en la política argentina.