Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Bonn, en Alemania, señala que para alcanzar los objetivos climáticos y garantizar la seguridad alimentaria, el consumo de carne debe reducirse en al menos un 75 por ciento.
El estudio reafirma lo que viene advirtiendo el Panel Intergubernamental del Cambio Climático ligado a la ONU (IPCC) incluso en su último informe 'Climate Change 2022: Mitigation of Climate Change', donde advierten sobre el metano, un gas cuatro veces más contaminante que el dióxido de carbono y que es generado por los gases de la ganadería.
En Argentina, el monocultivo de soja y maíz transgénico, junto con el recientemente aprobado trigo transgénico ocupa aproximadamente el 80 por ciento de la superficie cultivable y se usa para exportar granos que son usados para darle de comer al ganado.
“Comenzar a basar nuestra alimentación en plantas, especialmente en cereales integrales, legumbres, vegetales y frutos secos, es una de las formas más eficaces para proteger nuestra salud, nuestro planeta y la seguridad alimentaria a nivel global”, dice Alexandra Navarro, gerenta de Políticas Alimentarias de Sinergia Animal, una organización internacional de protección animal.
Para 2050, deberemos alimentar a 10 mil millones de personas alrededor del mundo y esto no podemos lograrlo con nuestro sistema alimentario actual
El uso de antibióticos en animales que viven hacinados, además, generará hacia 2015 que la resistencia de los humanos a los antibióticos sean una de las principales causas de muerte, advirtió la Organización Mundial de la Salud.
El equipo de investigación de la Universidad de Bonn analizó investigaciones recientes sobre distintos aspectos del consumo y la producción de carne: desde sus efectos para el medio ambiente y el clima, hasta su impacto en la salud pública y la economía. De acuerdo con los resultados, particularmente en los países donde las personas consumen mucha carne, una reducción significativa no solo es deseable sino vital para mitigar los impactos de la agricultura animal.
“Alrededor del 80% de toda la tierra para agricultura a nivel global es utilizada para la agricultura animal. Sin embargo, los productos animales representan solo el 37% de las proteínas y 20% de las calorías consumidas por las personas alrededor del mundo. Esto no es eficiente, en especial para una industria que es responsable por el 57% de la emisiones de gases de efecto invernadero de toda la producción de alimentos”, aporta la gerenta de Sinergia Animal.