Plan motosierra de Milei: el ajuste fiscal impulsa superávit, pero Kicillof se resiste a soltar la torta
El Plan Motosierra implementado por el presidente Javier Milei sigue produciendo resultados que marcan un punto de inflexión en la administración fiscal de las provincias argentinas. Según el reciente Informe Fiscal de Provincias, que abarca los datos del último año hasta el segundo trimestre de 2024, 22 de las 24 jurisdicciones del país, incluida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), lograron eliminar su déficit fiscal y culminar el período con superávit.
Este panorama refleja el impacto de las políticas de austeridad y reducción del gasto público promovidas por el presidente Milei. Las provincias que adoptaron el "Plan Motosierra" avanzaron hacia una sostenibilidad fiscal sin precedentes, ajustando sus presupuestos, optimizando recursos y reformando la administración estatal. Entre las más destacadas en este nuevo rumbo se encuentran CABA y Córdoba, que reportaron superávits significativos: 871.740 millones de pesos y 576.670 millones de pesos, respectivamente.
Sin embargo, Buenos Aires y Entre Ríos son las únicas dos provincias que siguen registrando números en rojo. La gestión de Axel Kicillof, que se niega a adherir a las políticas de austeridad de Milei, reportó un déficit histórico de 573.345 millones de pesos. Mientras tanto, Entre Ríos acumula un déficit de 42.217 millones de pesos, lo que resalta la divergencia entre las provincias que han tomado el ajuste fiscal como bandera y aquellas que persisten en un modelo de expansión del gasto público.
El contraste es evidente: mientras provincias como CABA, Córdoba y otras avanzan hacia un equilibrio fiscal, Buenos Aires sigue enfrentando dificultades económicas bajo la administración de Kicillof. A pesar de los reclamos del gobierno nacional y la tendencia a reducir el déficit, el gobernador kirchnerista ha mostrado escasa disposición a recortar el gasto. Recientemente, Kicillof insistió en que la provincia podría asumir la gestión de Aerolíneas Argentinas, empresa estatal en dificultades financieras, a pesar de que la provincia de Buenos Aires presenta una situación fiscal comprometida.
Este tipo de declaraciones refuerzan la imagen de un gobierno provincial que, en lugar de buscar la solución al déficit, parece dispuesto a expandir el gasto en áreas de alto costo, como Aerolíneas Argentinas, desoyendo los llamados a la austeridad fiscal. Kicillof, además, ha sido enfático en rechazar cualquier intento de privatizar la aerolínea, enfrentándose al modelo económico del presidente Milei, que incluye la privatización de empresas públicas deficitarias como parte de su plan de reforma estructural.
El escenario actual refleja una clara división entre las provincias que se alinean con las políticas de ajuste fiscal de Milei y aquellas, como Buenos Aires, que continúan bajo la órbita de un kirchnerismo más reacio a ceder ante la austeridad. El impacto de este ajuste sigue siendo el tema central del debate político, con la administración de Kicillof buscando resistir las reformas, mientras que otras jurisdicciones, como CABA y Córdoba, demuestran los beneficios de la reducción del gasto público y la optimización de recursos.
De esta forma, el Plan Motosierra continúa siendo un tema divisivo en la política argentina, con la gestión de Milei buscando consolidar un modelo fiscal más austero frente a los desafíos de aquellos gobernadores que se resisten al cambio y apuestan por mantener el status quo económico.