¿Sabés por qué la producción de petróleo en Argentina alcanzó un récord histórico en los primeros meses de 2025 y cómo eso puede cambiar todo el mapa energético del país? Lo que está pasando en Vaca Muerta no es sólo una buena noticia para el sector: podría marcar un antes y un después en el crecimiento económico y la independencia energética argentina.
Según datos oficiales de la Secretaría de Energía, entre enero y abril de 2025 se produjeron más de 14,22 millones de metros cúbicos de petróleo crudo, un nivel que no se veía desde hace 15 años. Esto representa un crecimiento del 9,6% respecto al mismo período del año anterior y un salto impresionante del 47,3% desde 2020, cuando la pandemia golpeó fuerte.
Este récord no es casualidad ni un dato aislado: confirma una tendencia clara y sostenida de crecimiento. Desde 2021, la producción de petróleo viene en alza, y el impulso principal proviene de Vaca Muerta, la formación no convencional más grande del país. Allí, las empresas lograron mejorar las técnicas de perforación y fractura hidráulica, sacando más crudo a menor costo. Esto no solo compensa la caída de los yacimientos tradicionales, sino que también pone a la Argentina en carrera para ser exportador en el futuro cercano.
Pero no solo el petróleo está en auge. La producción de gas natural también marcó récords en el primer cuatrimestre de 2025, alcanzando los 16.596 millones de metros cúbicos, el mayor volumen desde 2010. El crecimiento del 3,4% respecto al año anterior se debe, en gran parte, a la explotación en Vaca Muerta, que ahora lidera la extracción de gas no convencional en el país.
Este crecimiento sostenido en petróleo y gas, impulsado por inversiones y políticas públicas desde la Secretaría de Energía, indica que Argentina podría reducir su dependencia energética y fortalecer su economía a través de la producción de hidrocarburos. La clave está en que esta tendencia siga firme y se mantengan las condiciones para seguir creciendo.
Para entenderlo mejor: si esta curva ascendente se sostiene, muy pronto vamos a ver a la Argentina con un perfil energético renovado, con más autonomía y oportunidades de exportación, gracias al desarrollo constante de Vaca Muerta.
Este panorama abre muchas preguntas: ¿qué inversiones serán necesarias? ¿Cómo impactará en el empleo y la industria local? ¿Podrá el país mantener el ritmo de crecimiento? Por ahora, el dato es claro y positivo: el sector energético está en pleno crecimiento y, con él, la expectativa de un futuro más próspero para Argentina.