¿Se puede unir a Cardinali y Musso en la misma mesa sin que explote todo? El fin de semana, en la ciudad serrana de Tanti, se vio una postal que dejó más de una duda sobre la política en Córdoba. Allí, bajo la mirada de Schiaretti, coincidieron el actual intendente de Cosquín, el kirchnerista Raúl Cardinali, y su predecesor, el socialista Gabriel Musso. Lo llamativo: ambos, rivales declarados en la ciudad, compartieron el mismo espacio político bajo el sello de Provincias Unidas.
La reunión giró oficialmente en torno al turismo. Schiaretti destacó al sector como motor de empleo, inversión y proyección internacional. Pero lo que más llamó la atención no fueron las palabras, sino la foto: dos adversarios locales juntos, presentados como parte de una misma estructura. En Cosquín, donde la disputa por el poder es histórica, esto no pasó desapercibido.
El gesto deja en claro cómo el cordobesismo logró copar la escena provincial, al punto de juntar a quienes se pelean por el municipio. Sin una oposición clara, Cardinali y Musso parecieran ser dos caras de la misma moneda, siempre girando alrededor del liderazgo de Schiaretti. Sin embargo, esa moneda podría no ser tan estable como parece.
La convivencia forzada trae tensiones. Cardinali, alineado hoy con el oficialismo provincial, difícilmente trabaje tranquilo con alguien que busca desplazarlo en futuras elecciones. Los analistas locales advierten que esta aparente unidad podría ser la antesala de fisuras internas. En otras localidades cordobesas, ya se notaron molestias similares entre intendentes obligados a coordinar con rivales. La obediencia al cordobesismo no siempre es automática.
La pregunta que queda flotando es inevitable: ¿robustecerá Provincias Unidas esta estrategia o terminará fracturando al cordobesismo desde adentro? En Cosquín, donde las diferencias entre Cardinali y Musso son públicas, la postal de unidad podría volverse un detonante. Lo que hoy parece fortaleza política puede mañana transformarse en grieta interna.
Mientras el turismo sigue siendo el eje oficial, la política local sigue en suspenso. Todos los ojos estarán puestos en Cosquín: ¿continuará la armonía forzada o la rivalidad estallará en la próxima elección? Solo el tiempo dirá si esta foto de unidad fue un gesto estratégico o el inicio de un conflicto que se venía incubando.