Una denuncia gravísima estremece a Carmen de Areco y genera un escándalo político que ya salpica a La Cámpora. Un geriátrico provincial, una víctima indefensa de 89 años y un acusado con vínculos directos con el poder: Darío Solís, militante kirchnerista y amigo del intendente.
El caso se conoció gracias a la valentía de una enfermera, quien al ver lo que ocurría decidió hacer la denuncia. Pero en vez de recibir apoyo, fue extorsionada para que el tema no se hiciera público.
Ahora, Solís está detenido en San Andrés de Giles, pero su situación genera preguntas inquietantes: ¿cómo llegó a trabajar en el geriátrico? ¿Por qué el intendente le otorgó un terreno en un sorteo municipal en plena campaña electoral?
Tras la repercusión del caso en los medios, el intendente Iván Villagrán apagó su celular y evitó responder preguntas. La indignación creció en redes sociales y muchos vecinos compararon el caso con el del militante kirchnerista Guazzora, acusado de delitos aberrantes.
En un intento por calmar la situación, el director del Hospital Nuestra Señora del Carmen, Fernando Romero, convocó a una conferencia de prensa. Sin embargo, sus respuestas solo generaron más dudas.
A la par, la Municipalidad publicó un comunicado donde aseguraban que fueron ellos quienes lograron la detención de Solís, cuando en realidad fue una decisión de la Justicia.
Mientras tanto, el acusado grabó un video proclamando su inocencia y asegurando que "la verdad saldrá a la luz". Pero los hechos lo contradicen y su vínculo con el oficialismo complica aún más el caso.
Ante el silencio del oficialismo, la oposición decidió actuar. La concejal de Juntos, Carina Heffler, solicitó una sesión extraordinaria para abordar el caso y exigió explicaciones al intendente.
"Es fundamental que el poder legislativo local se pronuncie sobre este hecho aberrante", declaró.
El escándalo sigue creciendo y deja en evidencia un patrón preocupante: cuando los crímenes involucran a un militante de La Cámpora, el aparato político se mueve para encubrirlo en vez de buscar justicia.
Mientras tanto, en Carmen de Areco, los vecinos siguen esperando respuestas. ¿El intendente dará la cara o seguirá en silencio?
