La OEA en juego: ¿control de la izquierda o democracia?

El próximo 10 de marzo, la OEA elegirá a su nuevo secretario general, y la disputa está centrada en dos candidatos con posturas diametralmente opuestas.

09-03-2025 - Por Crítica Argentina

El próximo 10 de marzo, la Organización de Estados Americanos (OEA) elegirá a su nuevo secretario general, y la disputa está centrada en dos candidatos con posturas diametralmente opuestas. ¿Qué implicaría la elección de Albert Ramdin como líder de la OEA? ¿Y cómo afectaría esto a la región y a las relaciones internacionales, especialmente con China?

La izquierda internacional, con el respaldo de líderes como Lula da Silva, Gabriel Boric, Gustavo Petro, y otros, está impulsando la candidatura de Ramdin, un personaje estrechamente vinculado con regímenes autoritarios y con China. Ramdin, quien ha sido canciller de Surinam y exsecretario adjunto de la OEA, ha trabajado durante años para fortalecer la relación de su país con Pekín, y esta alianza podría llevar a un cambio drástico en el rumbo de la OEA. Pero, ¿qué significa esto para el futuro de la democracia en América Latina?

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Ramdin y el peligro de una OEA bajo influencia china


Ramdin se perfila como el candidato favorito gracias al apoyo de gobiernos de izquierda, incluidos los de Brasil, Bolivia, Chile, Colombia y Uruguay, entre otros. Este respaldo está alimentado por su enfoque favorable hacia China, que ha financiado grandes proyectos en América Latina, como el Canal de Panamá, y tiene la intención de expandir su influencia política y económica en la región. En este contexto, la elección de Ramdin podría abrir la puerta a que Beijing consolide su control sobre la OEA, utilizando el organismo para avanzar en su agenda geopolítica.


El respaldo de la izquierda y el temor a las dictaduras


El apoyo de figuras como Lula da Silva, Gabriel Boric, y Gustavo Petro a la candidatura de Ramdin no es casual. Estos líderes comparten una visión de izquierda que ha buscado estrechar lazos con gobiernos autoritarios en América Latina, como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Si Ramdin asume el liderazgo de la OEA, podría beneficiar aún más a estos regímenes, que ya son criticados por su falta de respeto a los derechos humanos y por mantener un control estricto sobre la oposición.

Ramdin ha sido claro en su apoyo al "diálogo" con el dictador venezolano Nicolás Maduro, ignorando las denuncias de represión y violaciones de derechos humanos en Venezuela. Esta postura podría ser vista como un aval a los regímenes autoritarios, algo que pondría en peligro el trabajo de la OEA en defensa de la democracia.


¿Una alternativa en Rubén Ramírez Lezcano?


Por otro lado, el candidato del Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, ha sido un firme defensor de la democracia y los derechos humanos. En su visión, la OEA debe trabajar para restaurar la democracia en países como Venezuela, Cuba y Nicaragua, donde los gobiernos legítimos han sido desplazados por regímenes autoritarios.

Ramírez ha mantenido relaciones estrechas con Estados Unidos y ha criticado abiertamente la influencia de China en América Latina. Su postura parece ser una defensa de los intereses de aquellos países que buscan resistir el avance del socialismo y las agendas extranjeras.


La lucha por el futuro de la OEA


La elección del nuevo secretario general de la OEA no solo es crucial para la estabilidad de la región, sino también para la independencia de la organización. Si Ramdin toma las riendas, podría haber un cambio en la manera en que la OEA interactúa con las dictaduras en América Latina, favoreciendo a aquellos que han mostrado un respaldo hacia el régimen chino.

Los países que valoran la democracia y la soberanía deben estar atentos a esta elección. El futuro de la OEA y de América Latina podría verse seriamente comprometido si la influencia de China y la izquierda radical logra prevalecer.

 

¿Quién tomará el control de la OEA? La respuesta a esta pregunta determinará el curso de la política latinoamericana en los próximos años y podría redefinir la relación de la región con grandes potencias como Estados Unidos y China.