¿Es posible que el 2025 traiga una mejora en el consumo que beneficie a los hogares y a los supermercados? Todo parece indicar que sí, al menos en el corto plazo, según los últimos datos disponibles.
Durante los primeros meses de 2025, se esperan fuertes señales de recuperación en el consumo. Esto está relacionado con una desaceleración inflacionaria y un leve aumento del poder adquisitivo registrado en el cierre de 2024. La Encuesta de Supermercados del Indec arroja cifras que refuerzan este optimismo:
El 34,5% de las empresas proyecta un aumento en las ventas para enero y febrero.
Un 63,8% prevé mantener niveles de facturación sin cambios.
Apenas el 1,7% estima una caída en las ventas.
Este escenario contrasta con la situación de junio de 2024, cuando las expectativas eran mayoritariamente negativas. Además, un 24,1% de los supermercados espera un incremento en los volúmenes de reposición de stock, mientras que el 69% considera que no habrá cambios y solo un 6,9% prevé una disminución en los pedidos.
A pesar de que la inflación sigue siendo un tema central, el 53,4% de las empresas anticipa aumentos de precios en góndola durante los primeros meses del año. Sin embargo:
El 44,8% cree que los precios se mantendrán estables.
Solo el 1,7% considera que podrían bajar.
Si bien los incrementos continúan, la menor intensidad de las subas podría contribuir a estabilizar el poder adquisitivo, generando un alivio para las familias que buscan planificar mejor sus compras.
El informe también aborda la situación del empleo en el sector. La finalización de contratos temporales, comunes durante las fiestas de fin de año, marca una tendencia hacia la estabilidad:
Solo el 5,2% de las empresas espera aumentar su personal.
Un 12,1% prevé una reducción de la planta.
El 82,8% no planea cambios.
El desempeño del consumo en este nuevo año dependerá de varios elementos clave:
Condiciones macroeconómicas: La desaceleración inflacionaria y la estabilidad cambiaria serán determinantes.
Confianza del consumidor: Mejores ingresos y expectativas positivas podrían reforzar la demanda.
Estrategias empresariales: Las cadenas de supermercados se enfocan en responder rápidamente a la demanda para capitalizar las oportunidades.
El sector supermercadista arranca el año con optimismo. Si bien los desafíos persisten, las primeras señales de una mejora del consumo en 2025 marcan un cambio alentador. La confianza de las empresas, unida a la expectativa de estabilización económica, podría ser el motor necesario para que las familias experimenten un alivio en sus bolsillos y un mayor acceso a bienes.
Con cautela pero entusiasmo, supermercados y consumidores parecen estar listos para transitar un año que podría consolidar esta incipiente recuperación. Las próximas semanas serán clave para confirmar esta tendencia.