La persecución de los cristianos: una tragedia mundial silenciada

Más de 380 millones de cristianos sufren hoy persecución y discriminación en todo el mundo. Esta es una realidad oculta que, lejos de desaparecer.

20-03-2025 - Por Crítica Argentina

Más de 380 millones de cristianos sufren hoy persecución y discriminación en todo el mundo. Esta es una realidad oculta que, lejos de desaparecer, crece cada día en diferentes formas: asesinatos, explotación sexual, violencia, y más. Pero, ¿por qué no se habla de esta persecución?

En Corea del Norte, basta con tener una Biblia para ser enviado a un campo de concentración. En Pakistán, las familias cristianas son atrapadas en redes de esclavitud laboral, mientras las mujeres sufren explotación sexual sin protección por parte del Estado. En Nigeria y Cnogo, los ataques y masacres en iglesias a manos de terroristas musulmanes son ya una terrible rutina.

Un hombre con la cabeza inclinada y la mano apoyada sobre una imagen religiosa dañada.

Lo más alarmante es que este genocidio silencioso ha quedado fuera del foco mediático, especialmente en Occidente, donde se da por sentada la libertad religiosa, aunque esta se ve cada vez más amenazada. En Siria e Irak, la situación es aún más grave desde las "primaveras árabes", con una drástica disminución de la población cristiana, que ha sido asesinada, convertida al Islam por la fuerza o desplazada. Occidente parece haber olvidado sus raíces cristianas y, en lugar de alzar la voz por estos hermanos de fe, opta por el silencio.

China y Laos también destacan por su represión contra los cristianos. En China, los católicos son estrictamente vigilados por el Estado, y en Laos, incluso un simple crucifijo en una casa puede llevar a su dueño a la cárcel, con la denuncia de cualquier vecino. Esta persecución no es solo física, sino también cultural: desde festivales en Occidente que ridiculizan símbolos cristianos hasta un creciente desprecio hacia quienes mantienen principios cristianos.

El sufrimiento de los cristianos es una de las grandes tragedias de nuestro tiempo. Según la Agencia Open Doors, uno de cada siete cristianos es perseguido a nivel mundial, especialmente en África y Asia. Solo en 2024, 4476 cristianos fueron asesinados y 7679 iglesias fueron atacadas. Sin embargo, a pesar de estas cifras alarmantes, el concepto de cristianofobia sigue siendo ignorado en los medios internacionales.

Lo más preocupante no es solo la violencia directa, sino la indiferencia ante este sufrimiento. En Occidente, la persecución a los cristianos toma la forma de discriminación social, cultural y política. Aquellos que defienden principios cristianos son a menudo etiquetados de retrógrados o intolerantes. Este tipo de persecución sutil afecta a miles de personas cada día y se presenta en diversas formas, desde el ridículo de festivales culturales hasta el hostigamiento en universidades y medios de comunicación.

La historia nos ha enseñado que la intolerancia hacia los cristianos ha adoptado diferentes formas: desde asesinatos masivos, como los ocurridos durante la Guerra Civil en España y en México, hasta la represión sistemática en la Unión Soviética. La persecución religiosa ha sido una constante a lo largo del tiempo, pero lo más alarmante es la falta de respuesta ante ella.

Es hora de que dejemos de callar. Como San Esteban, debemos ser testigos de la verdad, aunque el precio sea alto. Si no alzamos la voz ahora, el sufrimiento de los cristianos seguirá siendo minimizado y su historia silenciada. Ya basta de indiferencia. Es tiempo de defender lo que es justo y no permitir que la persecución siga sin ser condenada.