¿Qué significa el acuerdo de paz entre Azerbaiyán y Armenia?

El jueves pasado, Azerbaiyán y Armenia sorprendieron al mundo con un anuncio clave: llegaron a un acuerdo de paz después de casi cuatro décadas de conflicto.

24-03-2025 - Por Crítica Argentina

El jueves pasado, Azerbaiyán y Armenia sorprendieron al mundo con un anuncio clave: llegaron a un acuerdo de paz después de casi cuatro décadas de conflicto en la región del Cáucaso. Esta noticia no solo pone fin a un enfrentamiento violento, sino que abre una puerta hacia la normalización de las relaciones entre estos dos países. Pero, ¿qué implica realmente este acuerdo de paz y qué consecuencias traerá para la región?

Durante años, la disputa por Nagorno-Karabaj ha sido el epicentro del conflicto. Aunque esta región está reconocida internacionalmente como parte de Azerbaiyán, la mayoría de sus habitantes son armenios, lo que ha generado tensiones constantes. Los dos países han librado dos guerras por el control de este territorio: una al final de la Unión Soviética y otra en 2020, que dejó miles de muertos y miles de desplazados.

Tres hombres de traje posan frente a las banderas de Armenia, la Unión Europea y Azerbaiyán en un entorno formal.

Este acuerdo de paz, por lo tanto, es un avance significativo, no solo para Azerbaiyán y Armenia, sino para toda la región del Cáucaso. Azerbaiyán ha conseguido que Armenia acepte sus condiciones sobre los puntos más difíciles del acuerdo. Aunque aún faltan algunos detalles, como la posible modificación de la constitución armenia para eliminar cualquier referencia a la independencia de Nagorno-Karabaj, los líderes de ambos países han expresado su disposición para avanzar hacia la firma formal del tratado de paz.

Sin embargo, el camino no es sencillo. Las tensiones aún persisten entre ambos países, y la crítica mutua sigue siendo fuerte. Armenia acusó a Azerbaiyán de hacer una declaración unilateral sobre el acuerdo, lo que deja claro que, aunque las negociaciones hayan avanzado, la desconfianza sigue latente. Además, la situación geopolítica también complica el panorama: mientras Azerbaiyán fortalece su relación con Turquía, Armenia se aleja de Rusia, su tradicional aliado, lo que refleja un giro en las alianzas estratégicas en la región.

Otro aspecto importante es el papel de las grandes potencias. Francia, por ejemplo, ya ha expresado su apoyo al acuerdo, afirmando que este sería un paso hacia una paz duradera en el Cáucaso Sur. Sin embargo, actores como Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea siguen de cerca los desarrollos, ya que la estabilidad en la región tiene implicaciones geopolíticas que afectan a todo el continente.

 

En conclusión, el acuerdo de paz entre Azerbaiyán y Armenia marca un punto de inflexión en una de las regiones más conflictivas del mundo. A pesar de los avances, las tensiones aún no se han disipado por completo, y será necesario ver cómo se implementan los términos del acuerdo en los próximos meses. ¿Será este el principio de una paz duradera en el Cáucaso? Solo el tiempo lo dirá.