A un año de gestión, el Gobierno celebra un panorama alentador: el riesgo país cayó de 1.500 a 750 puntos básicos en menos de seis meses. Este logro impulsa la meta de recuperar financiamiento internacional para mediados de 2025, clave para consolidar la estabilidad económica.
El optimismo también se refleja en el Índice de Confianza en el Gobierno de la Universidad Di Tella, que creció un 90% respecto al año pasado. Este indicador es crucial para prever un repunte sostenido de la economía, respaldado por la fuerte suba de bonos y acciones, que ya ganaron hasta 250% en dólares.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) ya acumula proyectos por USD 8.000 millones en sectores clave como energía y minería. Paralelamente, se trabaja en un esquema similar para pymes, que incluirá beneficios fiscales para fomentar el crecimiento de pequeñas y medianas empresas.
Además, el crédito bancario mostró una recuperación significativa. Las líneas en pesos crecen 50% por encima de la inflación, mientras los depósitos en dólares aumentaron USD 15.000 millones, fortaleciendo reservas del Banco Central y reduciendo costos financieros para empresas.
El PBI cerrará 2024 con una caída inferior al 3%, superando expectativas iniciales. Para 2025, se proyecta un crecimiento superior al 5%, respaldado por un incremento en exportaciones de energía, minería y una cosecha excepcional en la zona núcleo.
Analistas de Delphos Investment afirman que, con avances sostenidos en estabilidad fiscal y monetaria, Argentina podría alcanzar el codiciado "investment grade" en tiempo récord. Esto abriría puertas a grandes fondos de inversión, marcando un hito en la economía nacional.