El intendente de Bariloche, Walter Cortés, busca privatizar 79 hectáreas del Cerro Catedral en un proyecto que incluye un hotel y barrios privados. La operadora Capsa, que gestionaría el desarrollo, apunta a construir un centro de esquí de lujo en la montaña, un negocio multimillonario que polariza a la comunidad.
Vecinos y comerciantes locales han mostrado su oposición, argumentando que el desarrollo podría afectar al comercio en la ciudad, además de requerir costosas inversiones en energía y agua que deberían ser financiadas por el municipio.
Durante una reunión del Consejo Consultivo Municipal, más de 200 vecinos asistieron para expresar su descontento, llevando al oficialismo a suspender el encuentro ante la tensión. Algunos concejales que inicialmente apoyaban el proyecto ahora han manifestado dudas sobre su viabilidad y el impacto en la comunidad.
Para aprobar la privatización, Cortés necesita ocho votos en el Concejo Deliberante. Sin embargo, tras la reunión, varios concejales aliados han reconsiderado su apoyo debido al rechazo vecinal y las posibles consecuencias para los negocios locales.
Capsa, controlada por la familia Trappa, mantiene la concesión del cerro hasta 2056 y ha invertido en mejoras como nuevas sillas y máquinas de nieve. No obstante, el alto costo de los pases de esquí –entre los más caros del mundo– ha sido tema de debate, generando críticas en Bariloche sobre el acceso a este recurso turístico.