¿Se puede mantener una plataforma estatal de cine cuando cuesta casi medio millón de dólares por año? El INCAA dice que no. Y el gobierno de Javier Milei avanza con una medida que cambiará para siempre la forma en que los argentinos acceden al cine nacional.
El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales confirmó el cierre de Cine.ar TV y el traspaso al sector privado de Cine.Ar Play, la plataforma de streaming que desde 2015 reúne películas argentinas de todas las épocas. La decisión se enmarca en la política oficial de racionalización del gasto y modernización de estructuras estatales.
Según los números del INCAA, sostener estas plataformas insume alrededor de 330.000 dólares al año (unos 495 millones de pesos al tipo de cambio actual), apenas el 0,9% del presupuesto total del organismo, que alcanza los 53.000 millones de pesos. “No es función del Estado administrar una señal de cable. Si algún privado está interesado en ella, bienvenido”, afirmó Carlos Pirovano, presidente del INCAA.
Cine.ar TV seguirá emitiendo cine nacional las 24 horas por ahora, disponible en sistemas como Flow (canal 300), pero su continuidad dependerá del interés de inversores privados. En paralelo, Cine.Ar Play, con su catálogo de largometrajes y cortos históricos, será ofrecida al mercado bajo criterios de eficiencia y sustentabilidad, garantizando que los contenidos sigan accesibles.
El traspaso no será inmediato: podría demorar entre seis meses y un año. Durante ese período, el personal deberá definir su futuro: diez días para optar por un retiro voluntario o pasar a disponibilidad, mientras que los contratados verán renovados sus vínculos solo hasta fin de año. Actualmente, Cine.ar funciona con apenas diez trabajadores, tras el recorte de personal aplicado en 2024.
El objetivo oficial es claro: terminar con gastos improductivos y reducir la burocracia al mínimo, manteniendo vivos los contenidos culturales de manera eficiente. “Hay que hacerla bien. Preparar los pliegos y organizar todo implica un plazo que podría extenderse entre los próximos seis meses y un año”, ratificó Pirovano, asegurando transparencia en la transición.
Para los usuarios, el cambio podría significar una experiencia distinta: la plataforma deficitaria pasará a manos privadas, pero con el compromiso de preservar el acervo cultural argentino. En paralelo, esto abre la puerta a nuevas formas de acceder al cine nacional, incluyendo alternativas en Cine.Ar Play que podrían mejorar la oferta, siempre que los inversores garanticen su continuidad.
La pregunta que queda flotando es cómo impactará esta decisión en la difusión del cine argentino a futuro. Mientras tanto, los fanáticos podrán seguir disfrutando de los títulos disponibles y observar de cerca cómo evoluciona esta transición histórica en el INCAA.