El gobierno porteño implementará un límite de antigüedad de 10 años para los colectivos. Las unidades deberán instalar cámaras de seguridad y sistemas ADAS, que alertan al conductor sobre posibles riesgos. Además, se harán controles de alcoholemia más frecuentes en las cabeceras de las empresas.
De las 1.681 unidades, 241 deberán renovarse antes del próximo año. Actualmente, 800 colectivos tienen menos de 5 años y cumplen con las nuevas normas. Las autoridades afirman que los cambios buscan reducir accidentes fatales, especialmente en sendas peatonales.
Una de las grandes novedades será un sistema de pago multipago similar al de los subtes, que aceptará Sube, tarjetas y celulares. La implementación saldrá de una licitación pública y será financiada por las empresas transportistas.
El gobierno también podrá modificar recorridos para mejorar la conectividad en los barrios más alejados. Por primera vez, la Ciudad tendrá acceso completo a los datos de la tarjeta Sube, permitiendo un análisis más eficiente del uso del transporte público.
La renovación incluye el clásico diseño porteño con fileteados en los laterales, aunque los colectivos serán azules para una identificación uniforme. En el futuro, podría sumarse WiFi gratuito. Según Jorge Macri, estas medidas buscan posicionar a la Ciudad como referente en transporte público.