¿Te imaginás que un solo resultado electoral pueda sacudir la economía del país? Eso fue exactamente lo que pasó en la Provincia de Buenos Aires tras la victoria kirchnerista. Desde el 5 de septiembre, el riesgo país de Argentina se disparó un 28,9%, alcanzando 1.453 puntos, el nivel más alto en un año. Mientras tanto, en la región, los mismos indicadores cayeron entre 0,8% y 8,9%, dejando al país muy atrás.
El motivo principal, según expertos, no es solo la elección. Iván Carrino, economista y titular de Iván Carrino Consulting, explicó que el Congreso tiene un rol clave: discute lo fiscal y define si se podrá sostener el programa económico del Gobierno. Argentina enfrenta vencimientos de deuda por US$ 8.000 millones en enero, y la falta de reservas, junto a la resistencia del legislativo, genera incertidumbre.
En la comparación regional, la situación argentina es alarmante: solo Venezuela (16.354 puntos) y Bolivia (1.414 puntos) tienen un escenario tan negativo. Según Natalia Motyl, economista, el deterioro comenzó antes de las elecciones, con problemas en la negociación con el FMI, el desarme de Leliq y malos datos del sector externo. Pero el triunfo kirchnerista en la PBA profundizó la desconfianza.
En los mercados internacionales tampoco pasó desapercibido. Un trader en Wall Street señaló que “el riesgo kirchnerista es parte de la Argentina como Vaca Muerta”, y que ningún plan económico puede sostenerse si el país cede a gasto descontrolado y demagogia. Los bonos argentinos reflejaron el impacto: cayeron hasta un 13% tras el rechazo de la Cámara de Diputados a los vetos presidenciales de leyes que aumentan el déficit, como las del Hospital Garrahan y universidades públicas.
El mensaje detrás de estos números es político: cada vez que el kirchnerismo gana fuerza, los mercados reaccionan. La implementación de las leyes deficitarias podría significar ajustes severos: suspender sueldos de legisladores, subir el IVA temporalmente, suspender planes sociales o eliminar subsidios al transporte y la energía. Todo esto, con un costo cercano a $1,9 billones, según estimaciones oficiales.
El contraste es claro. En el ballotage que enfrentó a Javier Milei y Sergio Massa, la victoria de Milei había reducido el riesgo país desde 2.900 puntos hasta apenas 500 en agosto. Hoy, el efecto inverso muestra cómo las decisiones políticas y los resultados electorales en la PBA afectan directamente la percepción internacional sobre la economía argentina.
Y acá viene la pregunta que sigue en la cabeza de todos: ¿cómo repercutirá esto en los próximos meses y qué decisiones tomará el Congreso para intentar frenar la escalada del riesgo país? La respuesta todavía está abierta, y todos los ojos están puestos en la política económica que viene.