Con más de 16 millones de usuarios en Mercado Pago y una capitalización de USD 96.000 millones, Mercado Libre planea convertirse en banco en Argentina. La compañía espera la autorización del BCRA para ofrecer servicios como tomar depósitos y otorgar préstamos, actualmente exclusivos de los bancos tradicionales.
El modelo de la empresa se basa en la digitalización completa, evitando sucursales físicas. En países como México y Brasil, donde ya inició el proceso, este enfoque ha mostrado su potencial para transformar las finanzas personales.
La compañía evalúa dos estrategias para ingresar al sector bancario: crear una entidad desde cero o adquirir un banco existente. Aunque esta última opción sería más rápida, ha sido descartada por ahora debido a su complejidad.
La relación entre Mercado Libre y los bancos tradicionales es tensa. En marzo, la billetera Modo denunció a la empresa por supuestas prácticas desleales. En respuesta, Marcos Galperin, CEO de Mercado Libre, acusó a Modo de cartelización y defendió la innovación fintech como el futuro de las finanzas.
Si bien operar como fintech ha permitido a Mercado Pago crecer con menos regulación, convertirse en banco es clave para ampliar su alcance. El proceso incluirá cumplir las estrictas normas del BCRA, como ya lo hicieron otras fintechs, entre ellas Ualá con la compra de Wilobank.
Este paso podría redefinir la industria financiera argentina, obligando a los bancos tradicionales a innovar y beneficiando a los usuarios con servicios más accesibles. Sin embargo, la competencia será feroz, y el lobby bancario podría ser un obstáculo.
Mercado Libre apuesta a replicar su éxito en el comercio electrónico dentro del sistema bancario, democratizando el acceso a servicios financieros. La pregunta clave es si logrará superar los retos regulatorios y el dominio de los bancos tradicionales.