Esa pregunta empieza a rondar mientras se acerca el 9 de Julio, y Javier Milei se prepara para encabezar el acto por el Día de la Independencia en Tucumán. Pero esta vez, la conmemoración histórica llega envuelta en un clima tenso: los gobernadores reclaman por la falta de fondos, y aunque estarán presentes algunos de ellos, el conflicto está lejos de resolverse.
El próximo martes por la noche, el Presidente volverá a Tucumán para liderar la tradicional vigilia frente a la Casa Histórica. Acompañado por su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y por Lisandro Catalán, viceministro del Interior, Milei compartirá escenario con unos pocos mandatarios provinciales.
La Casa Rosada ya adelantó que no habrá espacio para hablar de las negociaciones por los fondos. "Es un acto patrio, no es el lugar para debatir esos temas", aseguran desde el entorno presidencial. La idea oficial es evitar fricciones en un evento que debería tener un tono institucional.
Osvaldo Jaldo, gobernador tucumano, será el anfitrión. También asistirán Hugo Passalacqua (Misiones), Gustavo Sáenz (Salta) y Raúl Jalil (Catamarca). Córdoba y Entre Ríos enviarán representantes, pero no los titulares: asistirán sus vicegobernadoras Myrian Prunotto y Alicia Aluani.
La baja asistencia contrasta con el año pasado, cuando 18 de los 24 gobernadores participaron del evento, que entonces incluía la firma del Pacto de Mayo. Sin embargo, desde Nación bajan el tono: “Era otra situación. Esta vez se trata de un encuentro protocolar, no político”, explicaron.
Aunque en el acto no se hable del tema, el conflicto por los fondos sigue caliente. Los gobernadores presentaron en el Senado un proyecto para cambiar la distribución de lo recaudado por el impuesto a los combustibles y los ATN (Aportes del Tesoro Nacional). La Casa Rosada no apoya la iniciativa, pero los mandatarios evalúan forzar su tratamiento sobre tablas.
La estrategia es clara: usar el paquete de leyes que impulsa la oposición como ficha de negociación. Allí se incluye la actualización jubilatoria, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad. “El costo fiscal es mínimo comparado con lo que pide el Gobierno”, dijo un dirigente provincial.
Los gobernadores no quieren aparecer enfrentados con Nación, pero tampoco piensan ceder fácilmente. Algunos anticipan que no ordenarán a sus senadores votar en contra si Milei veta sus proyectos, pero tampoco van a blindarlo.
El acto del Día de la Independencia será solo una postal en medio de una pulseada mayor. Las negociaciones por los fondos siguen abiertas, aunque no se discutan frente a la Casa Histórica. El verdadero escenario del conflicto se jugará después, en Balcarce 50 y en el Congreso.