A veces, la historia política argentina se repite... aunque con otros protagonistas y discursos. En 2010, Cristina Fernández de Kirchner vetó una ley que buscaba subir las jubilaciones mínimas al 82% del salario mínimo. Ahora, 15 años después, Javier Milei hace lo mismo: se prepara para vetar un nuevo proyecto de aumento de jubilaciones aprobado por el Congreso.
¿Por qué lo hacen? ¿Qué cambió (y qué no) entre un caso y otro? Esta nota te lo explica con claridad.
En octubre de 2010, el Congreso aprobó una ley con fuerte apoyo político y un voto decisivo de Julio Cobos. El objetivo era mejorar el ingreso de los jubilados, que en ese momento apenas cobraban el 36% del salario promedio.
Pero Cristina Kirchner vetó la norma. La calificó como una “estafa para los jubilados” y dijo que aplicar la medida significaría una “quiebra” para el Estado. El kirchnerismo defendió esa decisión como un acto de responsabilidad, aunque muchos sectores la criticaron por dejar de lado a los más vulnerables.
Ahora, Javier Milei enfrenta una situación similar. El Congreso, con mayoría opositora, aprobó una ley que propone un nuevo aumento de jubilaciones, sin detallar de dónde saldría el dinero para financiarlo.
El presidente ya anticipó que la vetará. ¿Su argumento? Que esta medida pone en riesgo el superávit fiscal, uno de los pilares de su política económica. Para Milei, sin orden en las cuentas públicas no hay crecimiento posible.
Ambos vetos tienen algo en común: se trata de rechazos a leyes populares pero sin respaldo presupuestario. En 2010, el kirchnerismo calculaba que aplicar la ley del 82% móvil implicaba un costo del 6% de la recaudación. Hoy, el equipo de Milei advierte que el nuevo proyecto afectaría directamente el equilibrio fiscal logrado tras un duro ajuste.
Aunque las razones parecen similares, el contexto político cambia todo. En 2010, Cristina Kirchner buscaba cuidar los recursos para sostener su estrategia electoral. En cambio, Javier Milei defiende su veto como una necesidad técnica, no política.
Esta diferencia expone una tensión de fondo: muchos dirigentes que ayer defendieron el veto de Cristina, hoy critican con dureza a Milei por hacer lo mismo. Una muestra de cómo en Argentina el quién a veces pesa más que el qué.
El debate por las jubilaciones seguirá abierto. ¿Es posible mejorar los haberes sin romper el equilibrio fiscal? ¿O hay que elegir entre justicia social y sostenibilidad económica?
La respuesta no es sencilla. Pero entender cómo actuaron distintos gobiernos frente a un mismo dilema ayuda a ver más claro el panorama. Porque cuando se repiten las decisiones, lo importante no es solo el resultado, sino también las razones que las motivan.