¿Qué pasó exactamente en Lomas de Zamora durante la caravana de Javier Milei? La respuesta sorprende y genera más preguntas que certezas. Tras el atentado sufrido por el presidente, el intendente kirchnerista Federico Otermín justificó el hecho y abrió un debate sobre la tensión política en el distrito.
En un diálogo con Infobae en vivo, Otermín afirmó que desconoce al responsable de arrojar la piedra contra el vehículo presidencial, pero insistió en señalar la "tensión creciente" en Lomas de Zamora. Según él, los hechos violentos son producto de la reacción de algunos vecinos molestos con la política nacional, a pesar de que los registros muestran que la violencia estuvo vinculada a militantes kirchneristas.
Otermín explicó que se pronunció públicamente porque observó que se difundió la idea de una caravana y que existía “vocación de protesta” entre los vecinos. Intentó minimizar el incidente al señalar que la gente se encontraba enojada por “un montón de situaciones del Gobierno”.
El jefe comunal destacó, además, el operativo de seguridad durante la caravana, que calificó como “inusual” para la zona. Aclaró que tanto el Ministerio de Seguridad bonaerense como la Casa Militar participaron por la investidura presidencial, aunque la presencia policial fue limitada en la práctica. Para Otermín, el despliegue debía cumplir con protocolos oficiales, aunque se trataba de un acto de campaña.
En relación con la reacción de la gente en la calle, Otermín sostuvo que había “mucha gente insultando” y justificó indirectamente el ataque: “¿Esperaban que la gente los salude?”, señaló. Con esto, el intendente intentó dar a entender que la tensión y los incidentes eran previsibles, pese a que la evidencia visual mostraba a gran parte de los vecinos recibiendo con entusiasmo a Milei.
Este episodio refleja la creciente polarización política y las diferencias en la interpretación de los hechos según la postura de cada dirigente. Mientras unos ven un atentado y un peligro real, otros buscan explicarlo como resultado de un malestar social “comprensible”.
En este contexto, las declaraciones de Federico Otermín generan debate: ¿es aceptable justificar un ataque a un presidente por enojo ciudadano, o estamos ante un intento de minimizar la gravedad del hecho? La discusión sigue abierta, y las próximas semanas serán clave para evaluar cómo se manejan la seguridad y la protesta en Lomas de Zamora.
Lo cierto es que la tensión en el distrito no parece disminuir, y muchos vecinos se preguntan qué medidas se tomarán para evitar que un hecho así vuelva a ocurrir. La polémica está servida, y mientras se buscan respuestas, el episodio deja una pregunta en el aire que nadie quiere ignorar.