Después de meses de euforia, el entusiasmo por los bonos argentinos se frenó en seco. Y no es casualidad. Inversores que antes festejaban ahora dudan. ¿Por qué? Porque la promesa de reformas profundas de Javier Milei está empezando a mostrar grietas.
Hasta hace poco, los bonos estaban rindiendo arriba del 100% anual. Hoy, no solo bajaron, sino que quedaron por debajo de otros países emergentes. En el último mes, cayeron un 1,4%, mientras que el promedio del resto subió un 1,5%, según datos de Bloomberg.
Los mercados empezaron a frenar la pelota. Quieren ver qué pasa en las elecciones legislativas de octubre. ¿Por qué? Porque ahí se define si Milei va a poder empujar las reformas que prometió o si el Congreso se lo va a trabar.
Mientras tanto, pasaron cosas:
Se aprobaron leyes que suben el gasto social.
Hubo internas en el gabinete.
Y Milei se cruzó fuerte con su vicepresidenta, a quien llamó “bruta traidora”.
Eso no cayó bien en los mercados. Los inversores quieren señales claras de estabilidad política y compromiso con el ajuste. No peleas.
Graham Stock, de RBC Bluebay, fue claro:
“El mercado apuesta al ajuste, pero quiere pruebas de que va en serio”.
Los bonos a 2035, que en enero rendían 10,89%, ahora dan 11,48%. Sube el riesgo, baja la confianza.
El 26 de octubre se vota para renovar parte del Congreso. Si La Libertad Avanza no gana más bancas, el plan económico de Milei puede trabarse. Necesita 18 senadores y 47 diputados más para tener el control y poder vetar leyes sin que se las revoquen.
Además, el primer test será en septiembre, en la provincia de Buenos Aires. Si Milei gana ahí, puede tomar impulso.
Por un lado, Milei logró:
Superávit fiscal por primera vez en 15 años.
La inflación más baja en 4 años.
Tres mejoras de calificación en siete meses.
Pero por otro lado:
El crecimiento económico se frenó.
Las reservas siguen en rojo: USD 8.800 millones negativos.
El Congreso le pone trabas para avanzar con las reformas clave.
Una buena elección en octubre podría cambiarlo todo. Matías Montes, de EMFI Securities, lo resumió así:
“Si Milei gana con fuerza y mantiene el ajuste, puede volver a acceder al mercado y emitir deuda en dólares, algo que no pasa desde 2020”.
La historia de los bonos argentinos todavía no terminó. Los inversores están en pausa, mirando de reojo a Javier Milei y esperando octubre. La rentabilidad que había enamorado a los fondos globales ahora depende más que nunca del juego político. Y la pregunta que todos se hacen es: ¿va a poder Milei sostener el rumbo o se viene un volantazo?