¿Se puede generar tanto revuelo en un solo streaming? Toto Caputo lo logró y volvió a poner en el centro la discusión electoral. Su aparición en Carajo no pasó desapercibida: cuestionó a quienes no apoyan a La Libertad Avanza, llamándolos “comunistas” y “fanáticos”. Pero, ¿qué quiso decir realmente y por qué generó tanta polémica?
Con un chaleco que parecía sacado de un campamento de millonarios de un banco de inversión, Caputo lanzó su mensaje directo: la única alternativa al gobierno de Milei sería el comunismo. Este discurso, típico del populismo de derecha, buscó marcar una línea clara entre “ellos” y “nosotros”.
El ministro de Economía señaló que la estrategia de la oposición es tan evidente que ya no convence a nadie más que a sus propios votantes. “Hay elecciones en un mes, hay una oportunidad bien concreta de manifestar desacuerdo”, desafió Toto Caputo, apelando a que la sociedad elija entre lo que él representa y lo que llama comunismo.
Horas antes, Caputo ya había recurrido a otra táctica conocida: denunciar supuestos intentos golpistas. En sus palabras, siempre hubo un objetivo: marcar diferencias y hacer visible su postura frente al electorado. “Yo siempre creí que este no era un país comunista”, provocó, y aprovechó para cuestionar incluso al gobierno de Mauricio Macri, del cual formó parte.
El discurso de Toto Caputo apunta a consolidar la narrativa de La Libertad Avanza como la única opción frente al comunismo, usando términos que buscan impactar y generar reacción inmediata. Sin embargo, estas declaraciones también ponen en evidencia la tensión en la discusión electoral y abren preguntas sobre cómo los votantes perciben estas estrategias.
Lo cierto es que, más allá de la polémica, lo que queda claro es que Caputo sabe cómo poner el foco en la agenda mediática y cómo generar debate en torno a La Libertad Avanza. ¿Logrará convencer a más votantes o terminará alejando a los indecisos? Esa es la pregunta que seguirá abierta hasta que se acerquen las urnas.