¿Conviene comprar un celular nuevo en Argentina o traerlo desde afuera? Muchos se hacen esta pregunta justo ahora, con la reciente baja de aranceles que prometía cambiar todo, pero la respuesta no es tan sencilla como parece. Depende de varios factores que pueden inclinar la balanza hacia un lado u otro.
El Gobierno eliminó en dos etapas el arancel de importación del 16% para productos tecnológicos. Sin embargo, siguen vigentes otros tributos como el IVA, Ganancias e Ingresos Brutos. Esto hace que, aunque los precios bajen un poco, la diferencia con otros países siga siendo significativa.
Un informe privado estimó que la carga impositiva total todavía ronda el 66%. Por eso, incluso con la baja de aranceles, los celulares baratos en Argentina suelen costar más que afuera.
Históricamente, la tecnología siempre fue más económica afuera. Hoy no es distinto: la diferencia de precio puede llegar al 50%. Pero ojo, el ahorro real depende de sumar impuestos, envío y posibles demoras de entrega. Comprar por plataformas como Amazon o traerlo en un viaje puede implicar esperar más de un mes para tener el equipo en las manos.
Además, no todos los equipos traídos desde afuera tienen garantía oficial en Argentina, lo que significa que cualquier reparación puede ser más complicada y cara.
En Argentina, muchos modelos se pueden comprar en cuotas sin interés, lo que facilita acceder a un celular barato sin desembolsar todo de una sola vez. Además, los equipos comprados en canales autorizados cuentan con garantía oficial de 12 meses, algo que no existe en el mercado gris ni en las compras afuera.
Este factor es clave para quienes valoran tranquilidad y soporte postventa, sobre todo si no quieren lidiar con envíos internacionales o cambios complicados.
La decisión depende de lo que más te importe:
Si tu prioridad es pagar menos y estás dispuesto a sumar impuestos, esperar y perder la garantía oficial, comprar afuera puede conviene.
Si valorás financiación en cuotas, garantía oficial y entrega inmediata, entonces el mercado local sigue siendo la mejor opción.
En pocas palabras, no hay un “mejor” absoluto: hay un mejor para vos según tu situación y tus prioridades. Lo importante es hacer cuentas, comparar precios y sumar todos los costos extras antes de decidir.
Entonces, antes de apretar “comprar”, pensalo bien: ¿vale la pena ahorrar unos dólares si perdés la garantía y tenés que esperar semanas? Esa es la pregunta que muchos se hacen hoy, y la respuesta puede variar según cada caso.