¿Por qué matan a tantos policías en el Conurbano?
La pregunta duele, pero más duele la respuesta. En los últimos 16 meses, 28 policías fueron asesinados en el Conurbano Bonaerense, una cifra que expone una realidad brutal que crece sin freno. ¿Qué está haciendo el gobierno de Axel Kicillof ante esto? Te contamos todo.
De esos 28 casos, apenas cinco cayeron en operativos. El resto fueron emboscados, asaltados o directamente ejecutados en situaciones de inseguridad cotidiana. Muchos estaban de civil, viajando a sus trabajos o incluso manejando para apps de transporte para redondear el sueldo.
Fiscales del Conurbano explicaron a Infobae que hay dos razones fuertes detrás del aumento de enfrentamientos con policías fuera de servicio: la circulación de armas ilegales y el consumo descontrolado de drogas. A eso se suma que muchos delincuentes tienen apenas 15 o 16 años. Cuando descubren que la víctima es policía, la respuesta casi siempre es con balas.
Alexis Emanuel Cancino, asesinado en Ingeniero Budge, fue una de las víctimas mientras trabajaba como chofer de app. Tenía 28 años. El sospechoso detenido por su crimen, apenas 16.
Daniela Fernanda Luna fue baleada por un pasajero en La Matanza, cuando intentó resistirse al robo de su celular. El atacante vivía a cinco cuadras.
José Luis Gómez, de la Policía de la Ciudad, fue asesinado en Lanús cuando le quisieron robar la moto.
Brian Coria, también porteño, cayó en Castelar.
Oscar Alfredo Terraza, de la Bonaerense, murió en José C. Paz tras resistirse a un robo.
Y hay más: Lucas Flores, de la Policía Aeroportuaria, fue emboscado en San Martín tras una cita arreglada por Marketplace. Lo mataron en una trampa.
El sargento César Benjamín Szadura fue baleado en Villa Hidalgo, San Martín, durante un operativo antidrogas.
En Quilmes, Ezequiel Forselledo y Brian Devincenzi murieron tras un choque mientras perseguían a ladrones en moto.
Sergio Néstor Morales cayó en un tiroteo en Rafael Castillo, y Hugo Pérez, del Grupo de Apoyo Departamental, fue asesinado en Pilar cuando un prófugo los recibió a tiros.
Mientras tanto, el gobierno de Axel Kicillof guarda silencio. No hay medidas claras, no hay reformas visibles. Solo una estadística fría: 28 policías asesinados. La inseguridad ya no distingue uniforme, barrio o función.