Sheinbaum y la paradoja de la integración

En la reciente IX Cumbre de la CELAC, la presidenta Claudia Sheinbaum propuso una "Cumbre por el Bienestar Económico de América Latina y el Caribe".

14-04-2025 - Por Crítica Argentina

En la reciente IX Cumbre de la CELAC, la presidenta Claudia Sheinbaum propuso una "Cumbre por el Bienestar Económico de América Latina y el Caribe". La idea parecía prometedora: fortalecer la cooperación entre los países de la región y buscar soluciones conjuntas ante desafíos económicos globales. Sin embargo, su discurso dejó una gran incógnita: ¿cómo pretende unir a América Latina cuando su propio país sigue enfrentando una creciente crisis interna?

Claudia Sheinbaum destacó la importancia de la “prosperidad compartida” y del respeto entre las naciones. Además, habló de la necesidad de que México lidere el cambio en América Latina, pero en el fondo, muchos se preguntan si este liderazgo es posible cuando las estructuras dentro del país están rotas y las problemáticas, como la violencia, siguen sin resolverse.

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México: ¿un país dividido mientras habla de integración?


La CELAC tiene como objetivo promover la integración de América Latina, pero México, bajo la administración de Claudia Sheinbaum, se encuentra sumido en una crisis de violencia y desconfianza. Aunque la presidenta menciona en sus discursos internacionales problemas como la migración, el desempleo y la violencia, estos siguen siendo problemas sin resolver dentro del país. México enfrenta desafíos enormes en cuanto a seguridad y justicia, lo cual hace cuestionar la capacidad de Sheinbaum para liderar una región entera.

En lugar de priorizar la resolución de estos problemas, Claudia Sheinbaum parece más interesada en hacer propaganda en la CELAC, como si pudiera resolver los problemas de América Latina sin haber resuelto los de México. La violencia desbordada en estados como Guerrero y Michoacán, el colapso de las instituciones, y la falta de un sistema de salud eficiente son problemas que afectan a millones de mexicanos, pero parecen quedar en segundo plano frente a la retórica internacional.


Una retórica vacía y un país dividido


Mientras Sheinbaum critica a los bloqueos contra países como Cuba y Venezuela, no menciona los bloqueos internos del crimen organizado que afectan a la vida cotidiana de millones de mexicanos. Su insistencia en promover la energía limpia y el desarrollo científico, mientras las universidades mexicanas sufren recortes y censura, refleja una desconexión entre lo que se dice y lo que realmente está sucediendo en el país.

Es claro que México necesita una transformación interna antes de pensar en liderar a América Latina. La promesa de Claudia Sheinbaum de integrar a la región no tiene sentido si no puede garantizar lo básico: seguridad, salud y justicia dentro de su propio país.


¿Liderazgo de palabras o de acciones?


La iniciativa de Sheinbaum fue bien recibida por algunos mandatarios de la región, pero muchos analistas opinan que se trata de una puesta en escena para ganar capital político, no una solución real a los problemas estructurales de México. La CELAC puede ser un escaparate político, pero sin resultados concretos en seguridad y bienestar social en México, sus discursos sobre integración carecen de peso.

Claudia Sheinbaum ha mostrado ser más experta en la política exterior que en resolver los problemas internos de su país. El gobierno de México sigue dejando mucho que desear en temas como la violencia, el desempleo y la salud, y mientras tanto, Sheinbaum sigue viajando por el continente, proponiendo soluciones para otros, pero sin abordar las necesidades urgentes de sus propios ciudadanos.

 

En resumen, México necesita más que discursos. Necesita acción. Y es que Claudia Sheinbaum tiene una gran tarea por delante: no solo debe liderar en el ámbito internacional, sino también ser capaz de resolver las crisis internas que afectan a millones de mexicanos.